Hace poco asistí a una clase en la que el maestro nos enseñaba como tener “más carisma”, decía que el carisma es algo que puede aprenderse si no es que naciste con esa habilidad, mencionaba lo importante que es hoy en día el poder “conectar” con las personas que nos rodean, y se la paso insistiendo que esto era algo que todas las personas debían dominar.
Hablo tanto de técnicas verbales como de lenguaje no verbal, nos enseño algunos “trucos” para caer mejor a la otra persona, entre ellos uno que me llamo mucho la atención que era el de convertirte en un espejo de la otra persona, en pocas palabras se trataba de imitar de manera sutil la postura de nuestro interlocutor, así como usar un tono de voz similar e identificar alguna frase o palabra que el usara mucho y después usarla nosotros, dijo que haciendo eso se envía un mensaje al cerebro de la otra persona diciéndole “hey somos parecidos”, y a toda la gente le gusta charlar con personas que se le parecen en algo.
Sin duda fue un tema interesante, pero me pareció algo más bien orientado a aquellos que se dedican a las ventas, porque en lo personal no necesito demasiadas personas dentro de mi vida, quiero aquellas con las que todo fluya de manera natural, no me gustaría tener que pararme de cierta forma o hablar diferente para “conectar con alguien”, porque en realidad sería toda una mentira, sería parecido a pretender ser quien no soy.
Ya hay demasiados mentirosos en el mundo que tratan de camuflarse pretendiendo ser alguien más, alguien que encaje con los gustos de la persona a la que quieren engañar, es por eso que no creo que “todos” deberían usar esas “técnicas” para caer bien, independientemente que puedan hacernos la vida más fácil, como dije prefiero mi pequeño circulo de amistades, donde cada uno es como quiere ser, donde nos aceptamos tal cuales, donde somos felices siendo quienes en realidad somos.
No puedo entender como aun existen tantas personas que se esfuerzan desmedidamente por agradarle a todos, yo soy una persona que goza de poco tiempo libre, y a las amistades hay que dedicarles tiempo, por eso me parece mejor dejar ir a quien se quiere ir y quedarme con aquellos que les gusta como soy.
prefiero dedicar mis pocas horas de libertad a esas pocas personas que comprenden que clase de persona soy, que no esperan que cambie, que me aceptan y que hasta les gustan algunas que otras de mis excentricidades.
Autor: Chivy