Durante mucho tiempo fuiste mi debilidad más grande, era algo exagerado, pero siempre hice todo lo que pude por complacerte y hacerte sentir feliz, no obstante, todos mis esfuerzos fueron en vano porque te marchaste sin reparos a pesar de lo mucho que te pedí que lo pensaras con más calma. Solo dijiste que tenías que irte, que te habías dado cuenta de que no éramos el uno para el otro y que a pesar de no saber con quién, al menos sabías que tu felicidad no era a mi lado, incluso intentaste convencerme de que yo tampoco te amaba tanto, si que eras un idiota, porque yo nunca había amado a nadie tanto como te amaba a ti.
Te lloré todo un río y una ves secos mis ojos comencé a caminar de nuevo hacia adelante, ¿Qué más podía hacer?, al final todo pasa y aquellos recuerdos nuestros poco a poco fueron perdiendo lugar en mi mente, y fue así como conocí a quien ahora me acompaña, un hombre hecho y derecho, alguien en quien puedo confiar, alguien que me trata con respeto, que se preocupa por si he comido, si llegue a mi casa bien, y por las noches siempre me manda un mensaje diciéndome que descanse y sueñe bonito, él es todo lo que siempre quise, todo lo que deseaba tener en el hombre que me acompañara y estoy agradecida con Dios por tenerle a mi lado.
Sé que estuviste preguntando por mi hace un tiempo atrás, mis amigas te dijeron claramente que yo era feliz y te pidieron que te alejaras de mí, incluso te vi deambulando un par de veces cerca de la cafetería donde él y yo solemos ir a platicar, y pensé que al ver con tus propios ojos que yo era feliz con él te marcharías, pero de nuevo me equivoque al esperar algo decente en tu forma de actuar, quizás de alguna forma me convencí a mi misma que eras una mejor persona de la que eres en realidad.
No voy a negarte que nunca me he sentido igual de enamorada con nadie como en algún momento me sentí contigo, no sé si fue por todo el sufrimiento que tuve que vivir a raíz de tu abandono, no sé si es porque la química con nadie ha sido de la misma forma como fue contigo, no sé si fui yo quien tuvo la culpa por amarte de una forma tan desmedida a pesar de que nunca te lo mereciste en realidad, es cierto que el amor que sentí por ti en alguna ocasión no puede compararse, pero de la misma forma el dolor que me has hecho ha sido también el más grande.
Es por eso que no me pasas siquiera por la cabeza el regresar contigo jamás, especialmente porque tengo el hombre que siempre quise, alguien que me da mi lugar, me hace sentir como la dama que soy, me trata con respeto y me ama, pero aunque estuviera sola tampoco lo haría, porque me has demostrado un grado tal de egoísmo que nunca habría esperado de ti, ya que se necesita ser muy poco hombre y un culero para querer volver con alguien que abandonaste después de que la viste feliz, no me interesa si lograste por fin valorarme, tuviste tu tiempo y no lo aprovechaste y solo tuviste razón en una cosa “No éramos el uno para el otro” porque tu no eras para mí, porque yo nunca podría ser feliz con alguien tan egoísta como tú.
Autor: Sunky