He cometido muchos errores en mi búsqueda de aquel cómplice, de aquel amigo, de aquel hombre que sea capaz de envolverme en el velo de la pasión, de aquel capaz de tocar mi corazón y de quedarse ahí, de aquel que me de más momentos felices que tristes, de aquel que sea capaz de verme y aceptarme como soy. Pero creo que hay uno que resalta por sobre todos como el más grande error que cometí, y fue acceder a cambiar mi propia esencia para satisfacer a alguien que obviamente no estaba enamorado de mí, estaba enamorado (si es que en realidad lo estaba) de una versión que se inventó sobre mí, estaba enamorado de ciertas expectativas que yo nunca le di, quizás el tenía la imagen mental de su amada perfecta y quiso convertirme en ella o en lo más parecido posible, pero estoy segura que nunca me amó a mí.
Cuando tenemos que cambiar para que alguien nos quiera solamente estamos alargando aquello que esta destinado a fracasar, y en ese camino perdemos partes nuestras, nos confundimos, nos herimos a nosotras mismas asumiendo que no somos suficiente para aquella persona, pero no se trata de eso, porque aunque accedas a cambiar terminaras perdiéndolo de cualquier forma, y si ya es bastante doloroso lidiar con un corazón roto, todo se complica más aún cuando tienes que recoger también los pedazos de tu personalidad fragmentada por ti misma para que te aceptara alguien que nunca te amaría de verdad.
Es por eso que estoy segura de que solo desde la libertad se puede amar de verdad, me refiero a la libertad de ser tu misma, de hacer, vestir, hablar, estudiar, pensar, y sentir lo que en realidad te pasa, no estoy hablando sobre hábitos molestos o vicios, ya que estos no forman necesariamente parte de nosotros, son cosas que hemos aprendido mal, y que podemos aprender a hacer de una mejor manera, aunque lo mejor sería estar al lado de alguien que te ame en toda la extensión de la palabra, incluyendo las partes más obscuras de ti, las cosas más desagradables de ti, y si no es posible que ame tus demonios, que al menos sea capaz de convivir con ellos con base en la tolerancia.
El amor más grande es aquel que se renueva día a día, con la decisión de seguir estando juntos, de permanecer al lado del otro simplemente porque le gusta estar ahí, sin miedos ni celos, sin rencores, sin dudas, sin mentiras, pero sobre todo aceptando y superando los errores, los problemas y retos que la vida en algún momento nos hace llegar.
Sé que esto puede parecer un poco utópico pero es posible, y es más posible mientras más segura te sientas de ti misma, mientras menos tiempo retengas a personas con las que ya sabes que no llegaras a buen puerto, es más factible mientras seas capaz de decir lo que en realidad piensas sin temor a perder nada, es más probable que te suceda cuando no estés dispuesta a perder tu libertad a cambio de nada, porque será entonces cuando en verdad estés preparada para alguien que te ame de verdad, desde la locura de la libertad.
Autor: Sunky