No voy a culparle, aunque sería lo más lógico, las personas suelen vivir reclamando a todas partes, a las personas que les acompañaron, al destino, o a Dios por sus desdichas, yo sé que la vida tiene de todo, y sé que todo es finito, nada será para siempre ni siquiera nuestra propia existencia, si las personas no somos infinitas ¿Cómo podemos esperar que algo infinito salga de la unión de dos mortales?, algunos ahora mismo seguro estarán pensando que me he convertido en una amargada y están en un error, soy más feliz que una persona promedio, precisamente porque sé que tengo el poder de crear mi destino, disfruto lo bueno de mi vida, y observo lo malo que hay en ella, no quiero mejorarlo todo porque cualquier cambio requiere de nuestro tiempo y no todo lo malo vale la pena como para tomarse el tiempo para cambiarlo, pero si algo resulta demasiado molesto como para dejarlo ser simplemente me dedico a hacerle desaparecer de mi vida.
Por eso ínsito en que no voy a reclamarle nada a aquel que me engaño, porque parte de la culpa fue mía indudablemente, porque estoy segura de que algo pude haber hecho para evitar ser tomada por el pelo, y seguramente descubriré mi fallo con un poco de tiempo, aprenderé este error y procuraré no volver a repetirlo, y es que fallar es algo que no podemos evitar, como dije: esta vida nos hace probar de todo un poco, y encuentro mis momentos más obscuros, mis errores más terribles, como los momentos que se han convertido en mis mejores maestros, porque no hay lección que se olvide cuando le acompaño un grande sufrimiento.
Ya no soy una chiquilla para creer que el mundo será siempre de color de rosa, pero es precisamente por eso que disfruto al máximo de los mejores momentos que tengo, de esas etapas de tranquilidad o de felicidad, y también es por eso que no me desespero en los momentos difíciles, en las tormentas más horrendas de mi vida, porque sé que todo pasará, así que si es algo bueno me apresuro a disfrutarlo y exprimir al máximo todo lo bueno que pueda, y si es un mal momento me calmo y espero con paciencia el final de la tormenta.
Quizás algún día de estos llegue alguien que me acompañe durante mucho tiempo, y estaré agradecida, le disfrutaré, le cubriré de besos y caricias si es que se merece en verdad quedarse en mi vida, pero no esperaré hasta ese momento para ser feliz, como dije: mi felicidad no depende de nadie, así que seguiré viviendo mi vida de esta manera que tanto me gusta, siendo la acción que desencadene todas las reacciones de mi propia existencia, seguiré aprovechando cada instante en el que tenga una razón para sonreír, seguiré cambiando aquello que me resulta molesto o que simplemente no puedo tolerar, seguiré negándole a personas ajenas el poder de brindarme felicidad o tristeza, porque así es como soy, así es como me gusta ser y por eso digo “Que si me caí por pendeja, por cabrona me levantaré”.
Autor: Sunky