He tratado de ser paciente todo este tiempo, de demostrarte que siempre podrás contar conmigo, que siempre estaré ahí para ti cuando más lo necesites, y creo que en ese punto no hay ningún problema, ya que te ha quedado claro que mis hombros recibirán tus lagrimas cada vez que te sientes herido o perturbado, te he ayudado tanto como he podido, por gusto, porque te quiero, pero comienzo a sentirme utilizada por ti, presiento que ese tiempo que me pediste para considerar lo nuestro es un plazo que nunca llegará a cumplirse, creo que solamente existo en vida en los días grises, que cuando todo va bien ni te acuerdas de que existo, y aunque te quiero demasiado esto comienza a doler tanto que ya no puedo soportarlo.
Me pediste que te tuviera paciencia y sabes que lo he hecho, me dijiste que, si que te gustaba, pero que no estabas listo para enamorarte de nuevo, que querías sanarte por completo y eso perfectamente que lo entiendo, pero ¿Qué haces esos días en los que todo va bien?, ¿con quien pasas esos momentos bonitos y lucidos que de pronto llegas a tener?, obviamente no es conmigo, obviamente que estas utilizándome para tener un plan de respaldo cuando todo lo demás falle, y lo peor de todo es que todo este tiempo te ha funcionado de maravilla, porque sin importarme que tan mal te encuentres yo siempre te he visto con alegría, incluso si después de verte me quedo con un poco de tu tristeza y dolor, nunca me ha importado y lo sabes, yo siempre te he recibido con los brazos abiertos, porque te quiero y te acepto incluso en tus peores días.
Pero ya te habrás dado cuenta de que no todas las mujeres te quieren de la forma en que lo hago yo, lo sabrás de sobra porque es cuando ellas no quieren verte cuando terminas tocando a mi puerta, creí que en algún momento valorarías mi dedicación y amor incondicional, pero ya me canse de lamer las heridas que otras te hacen y encima sufrir por causa de tus desdichas y tristezas, pensando noche y día que puedo hacer por ti, de que manera puedo ayudarte, como puedo mejorarte la vida, cosas que obviamente a ti no te interesan, porque en cuanto tu vida se resuelve un poco vuelves a desaparecer de mi vista y sé que no te volveré a ver hasta que ocurra una nueva tragedia.
Ya te he demostrado muchas veces que puedo compartir tus malos momentos y en ocasiones convertirlos en buenos, pero yo también merezco alguien que quiera estar conmigo todo el tiempo, en las buenas y en las malas, que me llene no solo de problemas y tristezas, sino que también comparta conmigo sus alegrías, alguien que me quiera tanto como yo soy capaz de querer, alguien que me prefiera siempre y que nunca se olvide de que existo, ni para bien ni para mal, alguien que no pretenda quererme si no que lo haga, alguien que tenga bien presente que mis hombros absorben sus lágrimas, alguien que también pueda ayudarme en mis momentos difíciles y no alguien como tu que nunca se interesó en mí, y que sé que no me extrañará ni se dará cuenta de mi partida hasta que llegue el día en que su mundo se vuelva a caer en pedazos, pero por primera vez no estaré ahí para sanar tus heridas.
Autor: Sunky