No siempre somos capaces de distinguir las diferencias entre nosotros y los demás, somos especialmente ciegos con aquellas personas que se encuentran más cerca de nosotros, es por eso que las decepciones abundan entre las personas buenas, porque son ellas las que creen que aquellas personas que aman, aquellos que les rodean y les conocen, aquellos a los que han ayudado en todo lo que han podido actuaran de la misma forma en que hemos sido con ellos.
La triste realidad es que cada persona es un mundo, y que hay a quienes les da igual todo lo que hayas hecho por ellos, para ellos no es nada especial el trato que les das, ni lo mucho que les has ayudado, ellos creen simplemente que se lo merecen y que si tu no lo hicieras alguien más de seguir les daría todo aquello que tu les das, incluso algunas veces llegan a pensar que no les damos lo suficiente, que se merecen más, pero se conforman “de momento” con lo que podemos ofrecerles, ya sé que es difícil de creer, pero no todos piensan igual que tú.
La diversidad es aquello que le da sabor a nuestras vidas, pero sin duda uno de esos sabores resulta muy amargo para personas como nosotros, el sabor de la traición es una hiel que quizás hemos probado demasiado, y lo peor de todo es que el mundo tiene más personas malas que buenas, y si eso no fuera poco, las personas buenas son más vulnerables para ser engañadas precisamente por que piensan que los demás se les parecen y suelen confiar fácilmente en los demás.
Es curioso como las malas personas son más difíciles de engañar, pareciera como si la realidad en si misma nos dijera que no conviene ser buenas personas, que a los malos les va mejor, pero eso es un error, las malas personas no son capaces de alcanzar la felicidad, siempre están desconfiando de todos, siempre esperan alguna traición como la que ellos mismos harían, y eso les impide poder confiar y enamorarse de verdad, y por más felices que parezcan en realidad están más solos en este mundo que nadie más.
Por eso, a pesar de que duela, seguiré esperando lo mejor de la gente, no por inocente, si no porque en algún momento llegarán personas dignas de mis mejores tratos, y quiero que se queden a mi lado.
Autor: Chivy