Siempre tuve dudas con respecto a como distinguir a la persona correcta, algunos afirman que te hace sentir mariposas en el estómago, otros dicen que debe de tener ciertas cualidades físicas, otros dicen que las cualidades morales son las que enamoran, otros dicen que los detalles, la comunicación, el tiempo que te brinda, lo mucho que te conoce, lo mucho que se preocupa por ti, son tantas cosas que es difícil imaginar que exista alguien tan bueno como para poder cumplir en todas, incluso si existiera sería muy complicado que estuviera disponible, muy probablemente estaría ya al lado de otra mujer, e incluso si estuviera solo, lo más probable es que buscaría a una mujer con un nivel de perfección similar al suyo, y en el caso más improbable de que a pesar de todo eso se fijara en mí, quizás sería demasiado bueno como para ser verdad, quizás no podría creérmelo y terminaría dudando todo el tiempo de él.
Sé que soy complicada, lo sé, pero es que cuando algo parece demasiado perfecto es cuando más desconfió, porque la perfección es la única cosa que las personas no podemos ser, y porque es precisamente esas imperfecciones, esas diferencias, y esos problemas el aderezo que le da sabor a una relación y a nuestras vidas de manera concreta, es precisamente el hecho de poder continuar al lado de una persona a pesar de sus rarezas y defectos lo que te hace saber que existe algo especial entre los dos, no creo que nadie pueda tener todas las virtudes juntas, creo que cada persona necesitamos más una u otra de forma especifica y que no hay nadie que sea perfecto para todo el mundo pero puede ser humanamente perfecto para la persona correcta.
Divagaba entre estos pensamientos cuando sin darme cuenta estaba en una relación que me hizo sentir algo nuevo, y es que si bien me había enamorado de todos y cada uno de mis anteriores novios, esta persona comenzó a hacerme sentir una admiración por mi misma, tenía la peculiaridad de poder describirme de forma precisa como es que él me veía, lo hacía de tal manera que pude verme con sus ojos, pude verme de la forma en que él me veía a mi y sin darme cuenta comencé a gustarme cada día más, poco a poco fui comportándome de una forma más segura y al mismo tiempo el orgullo que sentía por mí misma fue creciendo.
Fue ahí cuando me di cuenta que no solo lo amaba a él, él me había enseñado a amarme a mi misma en ese lapso de tiempo, amaba como era él conmigo y me encantaba la forma en que yo era cuando estaba a su lado, fue entonces que entendí que al menos para mí, la persona correcta te enamora dos veces, la primera te enamora de él, y la segunda te enamora de ti misma, el carece de muchas cosas que decían que debería tener el amor real, pero nunca nadie me había hecho vibrar como él, y no me importa lo que le falte, me enamora con lo que tiene y con lo que me hace sentir y por eso no necesito buscar más.
Autor: Sunky