Sigo varada en los momentos felices que pasamos, aferrándome a esas emociones y sentimientos que me hicieron sonreír y llorar de alegría, aún recuerdo que prometimos estar siempre juntos, aun recuerdo que nos queríamos comer el mundo entre los dos y que prometimos permanecer juntos hasta el final a pesar de todo, aún recuerdo como me besabas, me abrazabas, me sostenías cuando me paraba sobre tus pies, y como juntos mirábamos al cielo estrellado donde nos hicimos miles de promesas que hoy se caen a pedazos como si fueran estrellas fugaces, rompiéndome en dos: la que aun te ama y la que quiere olvidarte.
Sé que debo retomar mi vida lo antes posible, pero no encuentro fuerzas para levantarme, te habías convertido en la razón de todo lo que hacía, en el pretexto para soportar los malos momentos de mi trabajo, porque sabía que al verte volvería a sonreír, sabía que alejarías los problemas de mi realidad, porque cuando estábamos juntos parecía que nos transportábamos a otro mundo, un mundo lleno de color y de alegría, un mundo donde incluso lo peor parecía tener solución, un mundo donde por primera vez no me sentía sola, ni débil, y al cual por primera vez no le temía, tu eras toda mi fuerza, la fuerza que siempre busque, el valor para afrontarlo todo, porque sabía que tu estarías conmigo pasara lo que pasara.
¿Pero de que sirvieron todas esas promesas?, todo aquello que me dijiste lo dejaste tirado, sin embargo, todo lo que me hiciste sentir no se fue a tu lado, sigo con las ganas de verte, de recibir un mensaje tuyo o una llamada, aunque sé perfectamente que nada de eso va a pasar, pero me cuesta matar esta esperanza, este corazón terco que se acostumbro a quererte se niega a olvidarte, y no solo debo lidiar con mi soledad si no con tus recuerdos que no dejan de acosarme, y aunque se que debo pasar pagina una parte de mi se niega a dejarte atrás, porque todas tus promesas de amor siguen resonando en mi mente, aunque en realidad tiene mucho que el viento se las llevo, y estoy con este problema de querer olvidarte y no poder hacerlo a final de cuentas.
A pesar de toda la resistencia que oponga mi corazón ya no puedo detenerme un minuto más contemplando aquello que fuimos, necesito comenzar a moverme, necesito llenarme de cosas que hacer, porque mientras más tiempo libre tengo más te pienso, y si sigo por ese camino nunca te superaré, por eso tengo planeado ocuparme todo lo posible, acudir a todas las reuniones con los amigos, voy a concentrarme más en mi trabajo y voy a comenzar a estudiar algo nuevo, que es bien conocido por todos que las palabras se las lleva el viento y los recuerdos el movimiento.
Autor: Sunky