Cuando se es joven se cometen muchos errores, y yo fui de aquellas que cometió uno de los peores que se pueden cometer, me deje impresionar por las mentiras de un hombre que decía ser alguien de mundo y tener dinero cosa que a una jovencita le suele impresionar, yo quería saber más y escuchaba las historias de sus viajes, algunas eran ciertas, pero muchas otras eran historias que le contaron a él y algunas otras se las inventaba sin más, cometí el error de no querer mirar la realidad y a pesar de las advertencias de mis amigos y familia me aferre a él más como un capricho o una terquedad, ya no era una niña pero siempre tuve problemas para aceptar cuando me había equivocado y esta vez tenía también algunas sospechas pero no podía aceptar mis errores frente a los demás, prefería seguir encaprichada aferrándome a aquello como si fuera verdad.
Sin embargo, poco a poco yo misma comenzaba a darme cuenta de que había cosas que no cuadraban con lo que el me decía, ya que trabajaba en un restaurante del cual supuestamente era socio, pero “era el único socio que trabajaba como tal”, los demás socios se la pasaban en sus despachos y se presentaban a la hora que querían en su negocio, el por otro lado tenía un turno fijo y trabajaba en la cocina y a pesar de que el me decía que era porque quería estar al tanto de lo como se manejaba todo desde adentro era obvio que algo raro había, quizás para los demás era tan pero tan obvio que debí parecer una estúpida frente a ellos, y yo tratando de defender lo indefendible me obligaba a mi misma a no mirar hacia las pruebas tan contundentes que tenía.
Él se percato de que su mentira no duraría por mucho más tiempo, así que un día me embriago y se encargo de convencerme de que era el “momento” para encontrarnos por completo, yo tenía ganas de saber lo que era hacer el amor, porque hasta ese entonces me había conservado virgen, pero en estos días parece más una maldición que un valor y la presión de mis amigas junto a las ganas de saber que se sentía y la poca capacidad que tenía para pensar en ese momento por la borrachera fueron la mezcla perfecta para hacer la peor estupidez que jamás se me había ocurrido, fuimos e hicimos el amor, cosa que no duro mucho por cierto, pero lo peor de todo fue que a pesar de que el me prometió que me cuidaría rehusándose a usar el condón, a pesar de eso se vino dentro de mí.
Me dio mucho coraje y solo esperaba que no pasara nada, pero un mes después me di cuenta de que estaba embarazada, y ahora para guardar las apariencias tanto él como mi familia me presionaban para que me casara, cosa a la que accedí también para evitar que se hablara mal de mí, y terminé al lado de alguien a quien realmente no amaba, alguien de quien realmente pocas cosas me gustaban, alguien que ni una cuarta parte del dinero o de ese mundo del que tanto hablaba, me quede sin manera alguna de decirme a mi misma que no me había equivocado, con una sensación de tristeza y desesperación, con un hombre que no conocía realmente y que no amaba, y al cual el respeto que alguna vez le tuve se derrumbo a la par que sus mentiras, me quede atrapada en la mentira que el me contó y que yo tanto defendía frente a los demás, con la obligación de sonreír y parecer feliz ante los demás, porque aun así no tuve el valor de admitir que me había equivocado.
He querido compartir esto por si alguien se encuentra cometiendo el mismo error que yo, por si hay una persona que sea tan orgullosa como lo fui y que sea incapaz de aceptar su error, ¡más vale retractarse a tiempo!, todos se equivocan y nadie es la excepción, y sobre todo me gustaría decirle a las personas que lean esto que no se dejen llevar por las cosas superficiales, no se dejen convencer por alguien que no les gusta, porque a final de cuentas eso es venderse y aunque creas que solo será por un tiempo, puede pasarte algo que te obligue de alguna manera a permanecer junto a esa persona más de lo que querías, nunca salgas con nadie que no te guste y que no ames para que no termines como yo casada con un idiota al que no amas.
Autor: Sunky