Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos. Will Smith

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Las personas siguen intentado agradarle a todo el mundo, incluso a aquellas personas que ni siquiera influyen en sus vidas cotidianas directamente, convirtiéndose en esclavos por voluntad propia de los designios de extraños, cada vez podemos ver más gente prostituyéndose en imágenes por las redes sociales para ganar las vistas o comentarios de personas que ni siquiera conocen, cada vez vemos a más y más personas que no se definen sobre nada, que curiosamente “les gusta todo tipo de música”, “que no están a favor ni en contra de nada”, que no fijan posturas, que no se auto definen con ninguna causa, estos camaleones esperan a que tu digas algo para asentir con la cabeza y pretenden siempre estar de acuerdo contigo en los temas que consideras importantes, no porque en verdad lo crean, si no porque tienen miedo al rechazo, tienen miedo a enfrentarse en un debate, o que la gente los señale.

Cada vez son menos las personas que tienen una opinión propia, cada vez son menos aquellos que se atreven a levantar la voz, cada vez son menos aquellos críticos de lo que esta mal, porque ir en contra del sistema parece mucho peor que seguir viendo tantas injusticias sin decir nada, cada vez menos personas están dispuestas a defender a alguien ajeno porque no quieren tener problemas, cada vez somos más insensibles con el mundo que nos rodea, ya no nos asusta nada, estamos tan insensibilizados que podemos ver las noticias por la mañana y seguir preocupados solo por nuestra pequeña esfera, sin embargo seguimos buscando la aceptación de todos los que nos rodean, no nos preocupan los sufrimientos de aquellos marginados que están del otro lado del planeta porque no es nuestro país, no es nuestra lucha, no nos afecta a fin de cuentas, pero no podemos soportar que alguien no nos quiera.

¿En que momento se convirtieron aquellas voces extrañas en algo tan importante para nosotros?, ¿en que momento dejamos de pensar para adoptar los pensamientos de alguien que parece más inteligente que nosotros o que sus comentarios son bien aceptados por los demás?, ¿en que momento nos vendimos a tal grado que dejamos de tener libertad incluso de pensar y de sentir lo que realmente nos está pasando? Y, sobre todo: ¿Realmente a ha valido la pena?, hemos entregado lo más importante que tenemos, y aún así sigo viendo personas al borde de la desesperación, gente sufriendo constantemente, personas que se sumen en la depresión y se abandonan por completo, entonces ¿Cuál ha sido nuestra ganancia al entregarnos tanto?, ¿Por qué seguimos aceptando que los demás nos digan que pensar, que vestir, que decir, que creer, si a final de cuentas no somos felices?

Dejemos de preocuparnos por lo que dirán las personas que tenemos en frente, si lo que pensamos o sentimos no les gusta quizás se irán, ¿y qué?, ¿realmente estuvieron para ti en los momentos de mayor necesidad?, la verdad es que es mil veces más aceptable la completa soledad que la compañía de extraños que ni te conocen realmente, ni les importas en verdad, estas relaciones de mentiras siempre se caen cuando hay problemas, no tengas miedo de ser como tu eres, si esas personas se van vendrán unas nuevas y las que se queden lo harán por estar con la personas que eres en verdad, y te aseguro que si es solo una persona la que llega habrá valido la pena, pero usualmente siempre llegan más, deja de pensar tanto en los demás, comienza a escuchar a tu voz interna y sé simplemente quien eres, y trabaja para llegar a ser quien quieres ser y no quien te dicen que deberías ser.

Autor: Sunky