Sé ha hecho tan común la frase “Quiero a alguien que me haga feliz”, que hemos olvidado por completo que la felicidad no puede venir de nadie más que de nosotros mismos, hemos olvidado que somos nosotros que nos puede hacer felices, hemos olvidado que somos nosotros los que decidimos cuando podemos ser felices y cuando no, “la felicidad de cada persona comienza tomando la decisión de serlo”, la felicidad real no viene de las cosas o personas del exterior, viene de nosotros mismos, y cuando alguien o algo “nos hace felices” es sencillamente porque anteriormente ya le habíamos dado esa cualidad de hacernos felices, no porque esa persona o cosa tenga la capacidad por sí misma.
Esta afirmación seguramente va a chocar con las creencias de muchas personas, porque a pesar de que somos nosotros los que tenemos el control de nuestras vidas, muchas veces nos gusta pensar que no es así, porque es una gran responsabilidad vivir de esa manera, porque siempre es más sencillo tener a agentes externos a quienes culpar, es más fácil asumir que nuestra existencia no fue grata por culpa de algún ente externo, que por que no tuvimos la capacidad de manejar nuestras vidas de una forma eficiente, así que estoy segura que para este punto ya habrán muchas personas que dejaron de leerme, de cualquier forma no es si no para aquellos que están dispuestos a afrontar sus realidades para quienes escribo estas líneas.
No todos tienen el valor de asumir sus verdaderas responsabilidades, no todos pueden coexistir con el hecho de saber que son capaces de elegir de quien quieren enamorarse, no todos quieren saber y aceptar que han sido ellos mismos quienes se han puesto en el lugar en el que están, y es que no existe otro camino para entender que también tienen la capacidad de transformar su realidad, si no entendemos que somos nosotros mismos quienes nos hemos puesto en el lugar donde estamos, tampoco tendremos el poder de cambiar lo que no nos gusta de nuestras vidas, seguiremos naufragando como barcos sin vela, a donde la marea nos quiera llevar, pero en verdad siempre hemos tenido la capacidad de retomar nuestras vidas en nuestras propias manos, aunque da miedo darse cuenta de esto, yo misma lo sé porque en su momento lo experimenté.
No debemos buscar pues a alguien que nos haga felices, debemos encontrar la forma de serlo solos primero, encontrar a una pareja adecuada para nosotros no es encontrar a alguien que llene todos nuestros huecos, no es encontrar una media naranja que nos complemente, nos corrija o nos de aquello que no hemos podido encontrar por nosotros mismos, y la felicidad es algo que debemos encontrar cada quien por su cuenta, “el amor no es para encontrar felicidad, es simplemente para compartirla”, no es sano ni posible que alguien venga a darte aquello que tu no tienes.
Cada uno debemos de ser un ente completo y nuestras compañías deben de ser simplemente por el mero gusto de estar con ellos, deben de ser personas agradables que sean capaces de entrar en nuestros mundos no para hacerlos más brillantes, ni para componerlos, simplemente para compartir nuestra felicidad con ellos, y para que ellos compartan la suya con nosotros, nosotros mismos somos la solución al problema, ya que el problema nunca ha estado afuera si no dentro de nosotros mismos también.
Autor: Sunky