Siempre dijiste que yo era una egoísta, que me creía superior a todos incluyéndote, y que no buscaba una relación de respeto mutuo si no más bien humillarte y sobajarte, siempre dijiste que en caso de equivocarme nunca tendría el valor de admitirlo y mucho menos de disculparme, porque admitir que me había equivocado me pondría al nivel de los mortales y no tendría la humildad de reconocer mis errores aunque me diera cuenta de ellos, y en parte tenías razón, quizás he llevado mi lucha por la igualdad demasiado lejos, quizás desde hace mucho tiempo nosotros ya estábamos en una condición de igualdad, quizás atemorizada por mis malos recuerdos me convertí por un momento en aquello que tanto miedo me daba, en aquello que aborrecí hasta el cansancio y de lo que siempre dije querer escapar lo más lejos que me fuera posible, y por eso ahora tengo que admitir que me he pasado de la raya.
Antes que nada quiero decir que he quedado algo traumada por la forma tan humillante en la que fui tratada por personas que estuvieron antes que tu en mi vida, sé que no tienes la culpa de nada y que además de ellos la única culpable fui yo por aceptar un trato tan denigrante sin decir nada, fue entonces que me jure que jamás volvería a permitir que alguien me tratara de esa manera, que no aceptaría otra cosa que no fuera un trato de iguales, porque para mi pareja significa eso “dos personas que son iguales, que están parejas en cuanto a derechos y necesidades”, y así fue como llegaste a mi vida, en el fondo sabía que no eras como ellos, pero tenía miedo de equivocarme y fue por eso que siempre mantuve cierta distancia contigo, y un trato un poco frio, pero admito que nunca me trataste mal y que nunca has intentado hacerme menos en nada, por el contrario yo si lo he hecho en un par de ocasiones contigo.
Es contradictorio que algunas veces terminemos imitando a las personas que tanto nos hicieron daño, es incomprensible como de alguna manera termine haciéndote aquello que alguna vez me hicieron a mi y que me causo tanto repudio, y sencillamente no entiendo como es que no me había dado cuenta de que te estaba haciendo daño, sé que no te lo mereces, sé que mi lucha por la igualdad y las ideologías que había está recogiendo terminaron cegándome y mi causa justa de buscar un trato decente se convirtió sin darme cuenta en un yugo que termino hiriéndote de la manera en la que lo hicieron conmigo, pero el oír repetidamente que todos los hombres son malos, que son unos animales y todas esas cosas terminaron alejándome tanto de la realidad que te hice aquello que tanto decía aborrecer, y quiero disculparme contigo de verdad.
Sé que no merezco una nueva oportunidad, sé que lo más probable es que desees estar lo más lejos de mi que puedas, sé que me he convertido en un monstruo que no te merece, pero aún así me gustaría que me dieras la oportunidad de demostrarte que no soy así realmente, quiero que sepas que te quiero mucho y que te aprecio de verdad, que he podido darme cuenta de que eres distinto de aquellos que me hicieron daño y que nunca tuviste que pagar por sus errores, y ahora que ya has conocido la peor parte de mí, te pido que me regales unos días más para mostrarte la mejor parte, no te pido que prometas quedarte, solo te pido que me dejes demostrarte que así como puedo asumir la responsabilidad de haberme equivocado contigo, también puedo repararlo si me das un poco de tu tiempo, si por otro lado decides irte lo entenderé y no te buscaré más, y en cualquiera de los casos quiero darle las gracias por mostrarme que estaba equivocada, por mostrarme que no todos los hombres son iguales, y sobre todo por enseñarme que me había convertido en lo que tanto odiaba.
Autor: Sunky