Uno se da cuenta después de un tiempo que fue bueno perder a ciertas personas.

Imagino que no estarás muy contento al saber que después de un tiempo de sufrimiento al final terminé por superarte, que lo hice por completo, que me resulto realmente refrescante el cambio de aire al que me orillaste y sobre todo que pude encontrar a la persona correcta para mi gracias a que me dejaste el camino libre, y no puedo imaginar lo que ahora has de estar sintiendo, porque siempre aseguraste que sería yo quien terminaría rogándote por una oportunidad, que comprendería que las migajas de amor que tú me dabas eran un regalo divino que nunca supe apreciar, pero eras tu el que estaba equivocado a fin de cuentas, porque ni eras la persona que buscaba y porque absolutamente nadie se merece que le traten mal, nadie debe de soportar insultos y sufrimientos a cambio de unos instantes de sentirse amado, nadie debería de creerse ni por un momento que debe de conformarse con alguien que le de las sobras de su cariño.

 

Curiosamente tu fuiste el que me ayudo a salir adelante y poder volver a encontrarme conmigo misma, porque en tu afán de castigarme según tu con tu partida al final lo que conseguiste fue mostrarme que podía vivir mejor sin ti, me obligaste a enfrentar la única razón por la cual seguía afianzada a tu lado, y esa razón era el miedo de saberme sola por completo y descubrir que no podría enfrentarme al mundo sin ti, pero fue curioso como las cosas se dieron de una manera totalmente contraria, y como con el paso de unos cuantos días poco a poco la pena de no tenerte se desvanecía y en su lugar me encontraba de nuevo en un mudo que me mostraba nuevamente lo enorme que era y la cantidad enorme de posibilidades que me ofrecía para encontrar mi felicidad y al mismo tiempo a alguien que si me valorara.

Lo único que no entiendo es porque si era tan poco lo que yo te importaba siempre estuviste pendiente de mi, porque te preocupaba cada vez que un hombre nuevo se me acercaba, si, lo sé gracias a algunos amigos que aún mantenemos en común y también sé que te afecto cuando supiste que me casaba, como te cuestionaste si sería buena idea el volver y tratar de recuperarme, y como al final decidiste regresar a tocar a mi puerta como si fuera un favor el que me estuvieras haciendo a final de cuentas, pero las cosas son muy distintas de como las imaginabas, no me encontré a un menos peor que tu si no a alguien completamente distinto de todos los que antes conocí, no me estoy casando con el por despecho ni por tristeza, y tu no eres para nada una razón para casarme con él o dejar de hacerlo.

Siempre repetías que la vida daba muchas vueltas y tenías razón, porque ahora eres tu el único que conserva un interés en mi y en recuperar lo nuestro, así como en su momento fui yo la única interesada en resolver nuestros problemas y salir adelante, pero si te sirve de consuelo puedo decirte con toda certeza que no éramos tal para cual, yo he encontrado al hombre correcto para mi y no me costo trabajo reconocerlo, lo supe desde el primero momento en que comenzamos a hablar sobre nuestros principios y razones más importantes en la vida, así que puedo decirte con seguridad que la persona que estas buscando no soy yo, porque yo estaba destinada a encontrarme con él, y aunque lo que vivimos juntos no fue digno de llamarse memorable, al menos puedo decirte que no te guardo rencor en absoluto y que te deseo lo mejor, porque fue a final de cuentas tu decisión de “castigarme” lo que me llevo a conocer al hombre que estaba buscando.

Autor: Sunky

Sunky:
Related Post