Por difícil que sea el camino, que la ternura de ti nunca desaparezca.

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Todos tenemos al menos un par de historias que incluso después del tiempo son difíciles de sobrellevar, tan solo el recordarles puede llegar a afectarnos y entristecer nuestra realidad, todos nos equivocamos y terminamos al menos una vez entregándole el corazón a la persona equivocada, recibiendo a cambio un montón de sueños que se desvanecen a la par de las mentiras que poco a poco vamos descubriendo, y en ocasiones ya es demasiado tarde cuando queremos darnos cuenta y reaccionar, para ese momento ya tenemos nuestro corazón comprometido y todos nuestros sueños ahora tienen a esa persona en ellos, para ese momento ya es difícil imaginar un futuro sin él, pero eso no detiene a esa persona de rompernos el corazón en mil pedazos.

Son varias las decepciones que la vida me ha puesto en el camino, pero recuerdo una en especial que me rompió el corazón el mil pedazos, fue el hombre más inteligente y guapo que entró en mi vida y terminó siendo la bestia más horrible que jamás he conocido, al terminar nuestra relación sentí que mi mundo por completo desaparecía, y es que a pesar de haber vivido experiencias que podrían ser similares en el pasado, de las cuales me había aprendido a recuperar y levantar, de las cuales había vuelto a recuperar mi sonrisa, esta era completamente superior a las demás, era como si las otras fueran unas piedras en el camino y esta una enorme montaña que se derrumbaba sobre mí y yo expectante me quedaba debajo solo esperando a ser completamente aplastada.

El sufrimiento y el llanto se apoderaron de mi como pocas veces en la vida, y a pesar de eso deseaba con todo mi corazón un poquito más de esa historia que me torturaba, estaba dispuesta a todo con tal de conseguir una página más de aquella que fue mi historia favorita, y al ver mis deseos hechos pedazos no pude evitar cerrarme para todo el mundo, vivía en una melancolía eterna, solo recordando y añorando aquellos momentos que pasamos juntos, era joven y bella, pero me sentía sin fuerzas, y la más fea del mundo, ya no quería saber nada más sobre el amor, yo no quería sonreír, solo quería que el tiempo pasara y terminara poniéndole punto final a mi dolor.

Sin embargo, ese hombre por el cual sufrí tanto no espero nada para llevar a una nueva mujer a sus brazos, y yo solo quería seguir mi vida recordándolo como si en verdad él me hubiera amado, como si hubiera sido una tragedia el habernos separado, sin comprender que la verdadera tragedia era mi actitud, sin comprender que él realmente nunca me amo, porque un amor verdadero tarda tiempo en salirse del pecho, y el rápidamente me había superado y olvidado.

Perdí mucho tiempo y personas que me querían por mi actitud fría y dura con ellos, me desquité con quien no se lo merecía, y gracias a dios un día comprendí el error que estaba cometiendo, hoy entiendo que nunca se debe perder la esencia propia, la dulzura, y la ternura, porque siempre hay alguien que se merece el mejor de nuestros tratos, porque somos lo suficientemente importantes como para dejar pasar nuestra vida en la obscuridad especialmente por alguien que no supo amarnos.

Autor: Sunky