Tal vez tú no sabes lo que quieres, pero yo sí

0
16485

Y terminé cansándome. Si, terminé cansándome de dar amor, de ser la detallista, la cariñosa y amorosa. Terminé cansándome de pedir perdón después de una discusión. Terminé cansándome de los mismos besos y caricias vacías, de palabras sin sentido, de días sin colores y de noches sin estrellas. Terminé cansándome del mismo rincón de mi habitación en el que solía llorar. De dedicar canciones, escritos y poemas. ¡Me cansé de la misma mierda! De esperarte día a día y terminar rota. De que acabaras con mis ilusiones al grado de volverme loca. Pero ¡ya no más! Hoy pongo punto final. Te marchas tú, pero se quedan mis ganas de volverme a enamorar, ésta vez de alguien que, si tenga que dar, que me separa valorar y amar.    -Stepha Salcas

No puedo comprender tu inmadurez, como tienes todo a manos llenas y no lo sabes aprovechar, como el más grande de los amores lo dejas escapar. Sinceramente ya no me interesa saber más razones, tengo las mías y con esas me bastan, tal vez me dejaste de querer o tal vez nunca lo hiciste, el amor es así, blanco o negro, todo o nada, no hay puntos intermedios y cuando los hay es que no es verdadero y en nuestra historia me has dejado ver que en realidad no había nada.

 

 

Intenté y agoté todas mis fuerzas por ofrecerte siempre lo mejor, no puedes negar que nunca te hizo falta amor y sin embargo parecía que no te era suficiente. Poco a poco se agotaron mis recursos y aun cansada de tanta derrota persistía, hasta que terminé quedando rota. ¿Qué se suponía que debía hacer? Continuar a tu lado era imposible ya, cualquier esfuerzo era en vano. No quedaba más que armarme de valor y decirte adiós.

No he de negar que me dueles, me dueles porque continúo sintiendo amor por ti, no lo entenderás, lo sé, porque nunca has amado con esta magnitud con la que yo te amé o te amo, ya no lo sé. Y creo que lo mejor hubiese sido ser honesto desde el principio, decirme que ¡no me ilusionara! Que tú solo usas y desechas, que te es imposible dar amor, que tu solo sabes dar calor.

Tendría que odiarte, tal vez, pero no puedo. Aún hay sentimientos mágicos de por medio. Y sin embargo una parte de mi desea que aprendas la lección, aunque sinceramente la otra parte desea nunca verte sufrir por amor. Duele más pensar que todo este tiempo ha sido aparentado. Que aquellos besos y caricias han sido improvisadas, todo parte de tu farsa, de aquel sucio juego que practicabas en el que ilusamente yo me enamoraba.

Ojalá hubieses tenido las agallas de mostrarme tu jugada, tal vez sabiendo tu intención hubiese aceptado el juego y nos hubiésemos divertido los dos, sin embargo, decidiste callar, decidiste que lo mejor era romperme el corazón.

Hoy te aplaudo tu actuación, pero mañana no dudes que me verás mucho mejor. Y si fui de tu colección, te apuesto que he sido la mejor, porque nadie como yo te entregó tanto amor y eso de los dos, tú lo sabes mejor.

No he de llorarte una eternidad. Ni mucho menos cerrar las puertas de mi corazón. Porque si algo tengo claro es que para todos vuelve a brillar el sol. Esto solo ha sido una lección, una en la que no has sido el ganador y eso el tiempo te lo demostrará. Y si deseas volver a tu diversión, ¡hazlo! Sé que para mí viene algo mucho mejor.

 

 

Y si nos volvemos a encontrar, me veras tan fuerte que te sorprenderás, te preguntarás si no te quise, lo cierto es que si, lo hice, sin embargo, yo me quiero más y de las caídas siempre me he de levantar. No te guardo rencor y el dolor en algún momento desaparecerá y a pesar de todo, te he de perdonar.

Que te vaya bien y encuentres aquello que en mis brazos tuviste y por tonto perdiste, aquello que no has de tener nunca más, un amor sincero, un amor verdadero, un amor que sepa quién eres en verdad y permanezca a tu lado, consciente de que nunca le llegarás a amar.

Autor: Stepha Salcas