Me dices que te sorprende la actitud tan serena con la que estuve el otro día que hablamos, no sé porque te sorprende, creo que yo he sido así siempre, además es hasta cierto punto normal que el verte o lo que me digas perdiera relevancia, ya que tu mismo me has dejado de importar desde hace algún tiempo, quizás esperabas que te recibiera con insultos o que te cerrara la puerta en la cara, pero esa actitud sería demasiado infantil, el tiempo en el que me afectaba lo bueno o malo que hicieras, tu presencia o tu ausencia, tu cercanía o tu distancia, ese tiempo ya paso, ahora eres solo un recuerdo más guardado entre aquellos fracasos que me gustaría no repetir en mi vida.
Pero yo nunca te desee un mal como piensas, ni te odie, simplemente me decepcionaste tan fuete que saliste de mi corazón con gran facilidad, y es que puedo ser la mujer más cariñosa y amable cuando alguien se lo merece, pero también suelo ser objetiva con los hechos y no me gusta mantener dentro de mi corazón a personas que demostraron no ser merecedores de estar ahí, por eso a pesar de que te ame como estoy segura nadie más lo ha hecho, de que te llore lo suficiente como para secar mi tristeza por ti, de que por un tiempo espere que reaccionaras manteniendo la llama de la esperanza viva tampoco estaba dispuesta a esperarte más de lo necesario.
Tu decidiste irte y yo me quede aquí, tu emprendiste nuevos amores yo me dedique a arrancarme el tuyo del pecho, pero a pesar de la decepción tan grande que me diste al conocerte como realmente eras, yo ni te odie ni te seguí añorando, porque eso solo se hace con las personas importantes, tu demostraste claramente ser solamente uno más del montón, si ahora sufres créeme que no fue mi deseo, aunque era obvio que tu momento llegaría también, la única manera de no ser castigado por tus crímenes era que jamás amaras en tu vida, pero esa es una peor maldición que ajustar cuentas con el destino, porque no hay vida más triste que aquella que nunca conoció el amor.
Yo no malgasto mi tiempo con segundas oportunidades que usualmente nadie sabe valorar, y de hecho no tengo razones para dejarte entrar de nuevo en mi vida, ya que me demostraste claramente que como persona no vales la pena, no seré hipócrita como para decirte que lamento tu situación, ambos sabemos que te ganaste a pulso lo que ahora estas viviendo y no me interesa consolarte ni regocijarme en tu dolor, así que sigue tu camino y ajusta las cuentas, y ojalá seas lo suficientemente inteligente para aprender tu lección, el karma a todos nos llega, y aquel que no aprecia un amor sincero y se burla de él esta destinado a enamorarse de alguien que no lo ame también.
Autor: Chivy
