Qué bonito es cuando ya te vale madre alguien que significaba tanto para ti.

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Cuesta mucho lidiar con las hipocresías de la gente, cuesta mucho adaptarse a los cambios repentinos que la vida en algún momento nos presenta, donde aquellas personas que decían amarte por sobre todas las personas no solo se van y te dan la espalda, si no que antes de dan una puñalada por la espalda, así fuiste tú, un traidor que mostró sus verdaderas intenciones cuando yo menos lo esperaba, pero no se puede perder el tiempo llorando por imbéciles canallas, no se debe de lamentar que las malas personas se vayan, y aunque cueste trabajo es sano renombrar a aquellos a los que se amaba y darles un lugar en el pasado como las malas experiencias que al final resultaron ser.

Seguramente pensaste que me pasaría la vida llorando por la traición que me hiciste, quizás te imaginaste que llegaría rogándote a tu puerta que volvieras a mi lado y diciendo que me perdonaras por haberte dicho que eras un poco hombre por haberme traicionado, quizás pensaste que terminaría siendo yo quien pidiera perdón por el daño que me hiciste, y que serías capaz de tenerme de criada de tu casa mientas que tu te revolcabas con la primera mujer que te abriera las piernas sin que yo te reclamara nada, quizás creíste que me bastaría con que me dieras el gasto para tragarme todas las otras miserias a las que me sometiste, quizás creíste que entendería que eras demasiado bueno para ser de una sola mujer.

Pero lamento desilusionarte, nada de eso paso como pudiste ver, en realidad el paso más difícil fue comprender que me mentiste todo el tiempo, y que te diste la imagen de ser alguien respetable, alguien que merecía mi confianza, alguien con quien valía la pena construir un futuro, pero ante las obvias pruebas de tu engaño toda esa fachada termino por derrumbarse, y pude ver la clase de persona que eras en realidad, alguien tan inseguro que tiene que reafirmarse en cada mujer que le hace caso, alguien tan poca cosa que no puede entender el valor del amor, de la estabilidad, de la honestidad y la fidelidad, y cuando me di cuenta de la clase de persona que eras, no quedo nada en ti que pudiera sostener el gran amor que en su día te tuve.

No quedó más que aceptar la realidad, y con eso pude sacarte de mi corazón con cierta facilidad, hoy puedo decir que ni me vas ni me vienes, y aunque aun me da coraje cuando recuerdo lo que hiciste, no suelo recordarte casi nunca, solo fuiste un trago amargo más en esta vida, solo fuiste una decepción como muchas, y no me interesa saber nada más de ti, así que no trates de explicarme aquello que en su momento no hiciste, para mi las cosas son claras, me equivoque en pensar que valías la pena, en realidad no valías nada, y si llegue a amarte en algún momento fue porque no sabía quien eras en realidad, no me interesa si te haz arrepentido, si haz cambiado, si eres una nueva persona, ve y practica todo eso con alguien más, porque yo no tengo intenciones de comprobar nada de lo que me dices, ahora tengo ganas de conocer a alguien nuevo, que yo para atrás no vuelvo ni para tomar impulso.

Autor: Sunky