Vamos despacio, porque vamos lejos.

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Los momentos que más se disfrutan son aquellos que se viven despacio, aquellos en los que las cosas fluyen sin querer apresurarlos, aquellos en los que quisieras que se detuviera el tiempo para poder seguir disfrutándolos eternamente, no hay nada mejor que esas micro capsulas del tiempo en las que de pronto te encuentras disfrutando tanto de lo que estas haciendo que estas segura que ese momento se convertirá en un recuerdo imborrable de tu mente, nadie tiene que decírtelo, porque lo sabes, sabes que si fuera posible te gustaría que las cosas no cambiaran para seguirte sintiendo de la misma manera como lo estas haciendo, por eso estoy convencida que son aquellos momentos en los que se puede dejar la prisa de lado los que terminan llegando más lejos, en el tiempo y en el espacio.

Vamos nosotros pues entonces también despacio, hemos dicho que queremos estar juntos toda la vida, hemos dicho que seguiremos abrazados cuando ya estemos todos arrugados, cuando nuestro pelo se haya convertido en cano, cuando la belleza exterior se nos haya disipado, dijimos que seguiremos juntos, y para llegar a eso necesitamos entonces enamorarnos de nuestra alma y no de nuestros cuerpos, necesitamos llegar a un conocimiento profundo de la otra persona, necesitamos conversar, intercambiar ideas, y decirnos nuestros más obscuros secretos, porque sin conocimiento de la otra persona no puede haber amor real, ya que el amor nace precisamente de esa certidumbre de conocer bien a la otra persona, conocerle tanto que eres capaz de amarle tanto por sus virtudes como por sus defectos.

Despacito amor que vamos lejos, y “vale más paso que dure, que trote que canse”, nosotros no tenemos prisa, tenemos una vida para disfrutarnos y no hay necesidad de adelantarnos a nada, vayamos despacito disfrutando de nuestro camino juntos, de cada paso que damos, sigamos avanzando con calma, entendamos que son los que quieren marcharse aquellos que tienen prisa por experimentarlo todo cuanto antes, porque lo único que les interesa es satisfacer su deseo para después marcharse a buscar lo mismo por otro lado, pero hemos dicho que nosotros somos diferentes, y es la primera fase del enamoramiento la que más me gusta y es precisamente la que estamos viviendo, así que no tengamos prisa, disfrutemos del momento, para que cuando nos toque fundirnos en un solo ser podamos decir que hicimos el amor y no que tuvimos sexo.

Despacito amor, porque vamos lejos, y aunque las personas tenemos una cantidad innumerable de sorpresas no queramos descubrirlas todas en un momento, vayamos mostrándonos de poco en poco, disfrutando cada cosa nueva que conocemos, hagamos de nuestra vida juntos un poema de amor, seamos un ejemplo de cómo deberían de ser las relaciones cuando se ama de forma sincera, vayamos pues despacio conociéndonos y experimentando, no tengamos prisa, porque vamos a estar juntos toda la vida, porque de esta forma nunca nos aburriremos ni cansaremos, porque cuando se tienen la certeza de un amor verdadero y correspondido, amar despacito es lo más rico, es lo más hermoso y lo más apropiado para llegar juntos muy lejos.

Autor: Sunky