Ten cuidado del monstruo que habita dentro de ti.

0
7033

Seguimos tratando de conceptualizar a las personas y encasillarlas con etiquetas para distinguir a los unos de los otros, incluso nosotros mismos nos etiquetamos para definirnos, pero esas etiquetas y definiciones no tienen sentido ya que nadie es el mismo por siempre, y aunque no nos percatemos todos estamos cambiando todo el tiempo, con cada interacción, con cada experiencia, con cada vivencia vamos cambiando nuestra forma de ser, quizás en alguien con una mentalidad más compleja, quizás en alguien más realista, quizás en una mejor o peor persona, todo depende del momento en que nos encontramos en nuestras vidas y de las personas que están cerca.

La bondad, la sinceridad y la honestidad no son rasgos que permanezcan en las personas por siempre, todos tenemos un punto de quiebre, todos somos capaces de corrompernos en algún momento, todos tenemos la posibilidad de convertirnos en los antagonistas de la historia de alguien y todos podemos llegar a hacer cosas horribles en algún momento, todos tenemos la capacidad de hacerle daño a los demás, todos podemos cambiar nuestra forma de pensar, y todos tenemos un monstruo dormido dentro de nosotros que quiere salir ha hacer daño, todos lo hemos sentido en algún momento donde la rabia se ha apoderado de nosotros, esas ganas de actuar con todo en contra de nuestros adversarios, esas ganas de reducir a cenizas a aquellos que nos han hecho daño, ese impulso de destruir a aquellos que creemos que se lo merecen.

No es extraño ni mucho menos, todos tenemos la capacidad de estar en ambos bandos, por eso no deberíamos extrañarnos tanto de las personas que actúan distinto a nosotros, solo deberíamos de pensar que nosotros podríamos quizás hacer lo mismo si estuviéramos en sus zapatos, si compartiéramos la misma historia, la misma educación y si estuviéramos en sus mismas condiciones, no hay buenas ni malas personas, solo hay personas que son mejores para frenar sus impulsos destructivos, para charlas consigo mismos y entender que ese no es el mejor camino, pero al final todos somos capaces de todo, y muchas veces aquello que nos hace distintos a los demás no es un rasgo de superioridad en nuestra manera de pensar o nuestros genes, si no que tuvimos la suerte de tener una historia distinta.

Las personas somos creaciones maravillosas, que pueden representar tanto el bien como el mal, no estamos atadas a ninguna de ellas y es por eso que debemos estar vigilantes de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que dejamos entrar en nuestra mente, especialmente cuando le damos el poder a alguien para hacernos enojar, porque cuando nos enojamos perdemos el control de nosotros mismos, y dejamos de pensar de forma inteligente, y muchas veces en un momento de coraje podemos cometer un error que nos marque para toda la vida, siempre hay que tener un ojo vigilante a ese monstruo que todos llevamos dentro, siempre debemos estar atentos para que no se suelte, porque un mal momento de la vida y un descuido de nuestra parte podrían dejarlo salir y para cuando le podamos detener podría ser demasiado tarde.

Autor: Sunky