No tiene nada de malo ser diferente.

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No sé de dónde saque la idea de ser común, solo quería ser como mis amigas, solo quería ser aceptada en los grupos y sentir que había un lugar a donde pertenecía, tenía miedo de quedarme sola, temía el rechazo y lo peor de todo es que era algo tímida, no sabía como caer bien a los demás, no sabía como encajar, y cuando me preguntaban algo siempre tartamudeaba porque tenía que pensar demasiado que era lo que las otras personas querían escuchar, para mí no había un precio que fuera demasiado alto como para no estar sola, así que poco me parecía enterrar mis verdaderas ideas, mi manera de pensar a cambio de algo de compañía.

Pero la gran maestra que es la vida tarde o temprano hace que nos enfrentemos a nuestros mayores temores, no con el fin de atormentarnos como muchos piensan, si no con el fin de vernos crecer, porque no hay existencia más triste que la de aquel que camino por el mundo siempre con miedo, el miedo nos paraliza, nos vuelve incoherentes, nos convierte en estúpidos venados que corren sin rumbo cuando son encandilados por sus mas grandes temores y curiosamente al esforzarme más por caer bien, por estar de acuerdo con las personas que me rodeaban, les hizo desconfiar de mí, les hizo ver mi falsedad y todos me voltearon la espalda y me dejaron fuera de sus vidas.

Creo que no he vivido etapa más traumatizante y dura que aquel momento en que me vi sola por completo, en el que fracasé en lo único que en lo que realmente me esforzaba noche y día, en caerle bien a las personas que me gustaban y que quería que fueran mis amigos, me sentía una inútil que ni siquiera podía lograr la amistad de alguien, pero en ese entonces no podía entender que el corazón de las personas no se puede tocar con mentiras, al menos no de forma permanente y tampoco entendía que cuando las personas se dan cuenta de que les has mentido siempre van a pensar lo peor de ti, nunca les cruzará por la cabeza que lo hacías solo por temor a estar sola.

De cualquier manera agradezco ese tiempo de soledad, porque fue ahí donde me di cuenta que la soledad no era mi enemiga, y donde entendí que toda mi vida había temido a algo que no tenía una razón de ser, así que decidí salir al mundo y mostrarme tal cual, decidí que si a final de cuentas terminaría mi vida sola, al menos dejaría huella de mi existencia diciendo lo que realmente pensaba y expresando mis emociones con sinceridad, la verdad ya estaba resignada a vivir sola el resto de mi vida, pero me sorprendió que al ser yo misma llamé la atención de unas cuantas personas que como yo habían decidido mostrarse al mundo como eran y no como los demás esperaban o querían que fueran.

No es malo ser diferente, de hecho todas las personas lo somos, pero son pocas las que tienen el valor de aceptarse como son, y mucho menos las que no tienen miedo de decirle al mundo lo que piensan sin importarles lo que digan o piensen de ellas, ahora soy una de esas almas que por fin es libre, y aunque mis amistades las puedo contar con los dedos de una mano, valen más para mi que cientos de personas que nunca me aceptarían como soy, soy feliz con las relaciones que tengo ahora, porque importa más la calidad que la cantidad, y hoy me siento afortunada de saberme distinta y de haber tenido el valor de mostrarme tal cual soy.

Autor: Sunky