El problema es que a veces queremos ser felices con quien no quiere ser feliz con nosotros.

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Hay veces que los hombres nos engañan para que hagamos lo que ellos quieren, hay veces que solo nos usan para satisfacer sus ganas de conquistar una nueva piel, hay veces que camuflan su forma de ser para que pensemos que son la persona que tanto habíamos esperado, pero hay veces que no necesitan hacer nada de eso, porque somos nosotras las idiotas que se ponen de pecho para que ellos abusen, he cometido imprudencias en mi vida, he cometido estupideces, pero nunca había hecho algo tan estúpido como esperar ser feliz con alguien que me dijo desde el inicio que no me amaba, ya con eso debió ser suficiente para alejarme, pero todavía fui lo suficientemente idiota como para decirle “vamos a darnos una oportunidad”, como si lo que hiciera falta fuera eso, cuando en realidad lo que se necesitaba era un milagro.

Nadie es capaz de entrar en nuestros corazones a menos que nosotros lo permitamos, de forma consciente o inconsciente si bien quieres nosotros decidimos a quien si y a quien no amamos, el problema es que pocos sabemos que el amor funciona así, creemos que siempre se trata de un capricho irreverente de nuestro corazón, creemos que en realidad las emociones nacen de algún lugar distinto que nuestros pensamientos, pero eso no es verdad, las emociones incluida el amor nacen de una decisión, el problema es que esta decisión se toma la mayoría de las veces de forma inconsciente, y por eso queremos atribuirle a nuestro corazón la personalidad de alguien rebelde que no hace si no jodernos la existencia, pero en realidad estuvimos de acuerdo en comenzar a amar a esa persona al menos por un instante.

El problema es que comenzar a amar es más sencillo que olvidarse de alguien a quien ya se ha logrado amar. Ya se necesita cierto grado de locura y estupidez en abalanzarse a amar a alguien que dice amarnos pero aun no lo demuestra, pero lo que si resulta completamente abominable es que alguien por decisión propia decida enamorarse de alguien que sabe que no le ama, no comprendo en que estaba pensando en ese momento, porque yo le dije que quería que intentara amarme, era casi como decirle “ven y juega conmigo, haz conmigo lo que quieras, diviértete hasta que te canses y cuando termines puedes irte como si nada porque no voy a odiarte, hagamos esto sin compromiso”, y es que “¿a quien le dan pan que llore?”, obviamente aceptaría.

Siempre he creído que venimos a aprender cometiendo errores, pero hay algunos que resultan ser casi imperdonables y este es uno de ellos, y es que no hay nada más estúpido que comenzar con algo que sabes desde el principio que no terminará bien y ¿todo para qué? Para satisfacer un capricho estúpido, para no quedarme con la duda de que sabor tenían sus labios, obviamente pagando un precio demasiado alto por una aventura estúpida que desde el principio supe que me traería a la situación en la que ahora me encuentro, el problema no es buscar la felicidad, el problema es que muchas veces somos demasiado superficiales y a veces queremos ser felices con quien no quiere ser feliz con nosotros.

Autor: Sunky