No vale la pena aferrarse a algo que te hace daño, solo porque te hace sonreír a veces.

0
9032

Dicen que aquella persona que no a aprendido a amarse no puede amar en realidad, y el dicho es muy cierto, aunque quizás no sea como la mayoría de las personas lo imaginan, muchos creen que esta frase se refiere solo a que el amor debe de nacer de uno mismo para poderlo brindar a los demás, pero yo creo que hay un significado más profundo en esta frase que no todos entendemos a primera vista y es que si no nos amamos lo suficiente no seremos capaces de saber lo que nos merecemos y podemos cometer el error de conformarnos con las migajas que nos ofrezca el primero postor, como si fuéramos unos simples mendigos de amor, como si eso fuera lo mejor que podemos pedir de la vida.

No tuve impedimentos para amarte, te di mi corazón, mi cuerpo y mi vida entera, te compartí todo lo que era, incluso aquellas cosas que jamás le conté a nadie, tu lo tenías todo de mí, tú lo sabias todo de mí, y me gustaba contarte todo lo que me preguntabas, porque pensaba que era porque te importaba mucho, porque solo querías saber más y más de mí, para aprender a amarme de la mejor manera, para saber lo que me gustaba y procurarlo y saber lo que era incapaz de soportar para evitarlo, y es que yo también estaba interesada en conocerte y era precisamente con esta intención que te preguntaba tanto sobre tus gustos, tus creencias, tu ideología, tus expectativas.

Nunca imaginé que existían personas tan ruines como para usar toda la información que te di en mi contra, nunca creí que algún día serias capaz de chantajearme con las mismas cosas que te confié en secreto, nunca imagine que serían tan pocas las sonrisas que me provocaría el estar a tu lado y tampoco el coste que tendría que pagar por ellas en sufrimiento, nunca imagine una persona tan vil como eres tú, lo peor de todo es que cuando se tiene una baja auto estima se es demasiado voluble a los comentarios de los demás y para mí no había opinión más importante que la tuya, así que me convertí en tu muñeca de carne y hueso, traté de ser como tu me lo exigías, como tu imaginabas que yo debería de ser, solo quería obtener de ti una sonrisa y una mirada de aprobación, solo quería que me amaras tanto como te amaba yo.

Pero nunca fui capaz de cumplir tus expectativas, y al final tuve que rendirme después de muchos intentos, romper contigo fue lo más difícil que he hecho en mi vida, y cada día que pasaba sin verte era para mi un tormento, fue una suerte que tu mismo dijeras que ya no querías verme, porque de no haber sido por eso hubiera vivido toda mi existencia en ese infierno con olor a rosas que me ofrecías, porque me herías y después te disculpabas y prometías que ya no volverías a hacerlo, ese teatro se repitió tantas veces que perdí la cuenta, tantas veces que creí que era normal.

Pero Dios me alejo de tus manos, y me dio los medios para superarte y convertirte en un recuerdo, con el tiempo aprendí a valorarme como real mente lo merezco y ahora entiendo que si en ese entonces me hubiera amado como ahora lo hago, jamás hubiera permitido que me maltrataras así, por eso creo que nadie puede amar si no se ama primero, no porque seas incapaz de entregarte por completo, si no porque serás incapaz de dimensionar las cosas en la realidad, serás incapaz de ser objetiva sobre el trato que te están ofreciendo, serás una mendiga de amor que se conforme con los restos que le quieran dar, pero recuerda que unas cuantas sonrisas de vez en cuando no valen una vida de sufrimientos.

Autor: Sunky